Tras su paso por el Amiens y el Grenoble, Le Roy ya desató esas ganas de hacer algo diferente, de realizar un salto sin red y embarcarse en un reto distinto, extraño y lleno de dificultades. El destino y sus ganas por aprender le llevaron hasta los Emiratos Árabes Unidos, en concreto entrenó en el Al Shaabab Dubai, en un campeonato que sólo llevaba 11 temporadas disputadas y que todavía no tenía nada de repercusión. Durante 1985 dirigió a los asiáticos, porque ese mismo año recibió una llamada de Camerún para ser el seleccionador. Con los Leones Indomables vive grandes momentos en sus tres años como técnico (1985-1988) ya que ganó la Copa de África en 1988 con Roger Milla (en la imagen) en el ataque camerunés y Tommy N’Kono en la portería, y fue finalista en la edición de 1986 donde cayó frente a los egipcios, que eran anfitriones. Donde no pudo estar fue en la cita mundialista de México ’86, pero años más tarde tendría su oportunidad con el propio combinado de Camerún. Entre sus méritos cosechados en su primera etapa al frente de los Leones Indomables, además del título continental, destaca el descubrimiento de un talento como ha habido pocos en el fútbol: George Weah. Durante la campaña 1987/1988, la última al frente de Camerún, Le Roy no paraba de consumir fútbol del continente negro y descubrió a Weah saliéndose en el Tornerre Yaoundé, un club de la primera categoría camerunesa, donde anotó 15 goles en 18 partidos. Al momento, Le Roy descolgó el teléfono y habló con su gran amigo Arsène Wenger, que lo fichó sin dudar un instante y en su primera campaña metió 14 dianas en 23 apariciones con los monegascos.
Tras conseguir su primer título, y por el momento el único importante en casi 30 años como técnico, pasó dos años en el paro hasta volver a los banquillos. De nuevo en África, y de nuevo como seleccionador, tras rechazar una oferta del Girondins de Burdeos. Esta vez en Senegal, donde disputó dos Copas de África. Disputó la Copa de África de 1990, en un grupo en el que concluyeron segundos por detrás de Zambia, pero eliminando a “su” Camerún al que derrotaron 2-0. Ya en semifinales cayeron frente a los anfitriones, Argelia, por 2-1, y después en el partido por el tercer y cuarto puesto ante Zambia (1-0). Pero con los Leones de la Teranga se proclamó campeón de la Amilcar Cup Cabral, un torneo que enfrenta a los países del oeste de África y en el que como organizadores se deshicieron de Guinea Bissau (4-0), empataron con Cabo Verde (0-0), ya en semifinales vencieron por 2-0 a Gambia y en la final frente a Cabo Verde se alzaron con el trofeo por 1-0 gracias a un tanto de Sarr en el minuto 89. Un año más tarde participó en la Copa de África de 1992 en la que Senegal fue la organizadora, pero lo cierto es que cayeron en cuartos de final frente a Camerún (0-1) tras pasar como segundos en un grupo que lucharon frente a Nigeria (derrota por 1-2) y golearon a Kenia por 3-0.
Tras su cuarta Copa de África, aún le quedaban otras dos por disputar, ya que es el entrenador que más torneos ha dirigido, tomo rumbo a Malasia para ser el nuevo seleccionador desde 1992 hasta 1995, donde no logró clasificar a los malayos para la Copa de Asia de 1996. En 1996 fue ojeador del A.C. Milan, mientras que en la campaña 1997/1998 fue el director deportivo del Paris Saint Germain, meses antes de dirigir su único Mundial al frente de Camerún.
agregado…
saludos
http://futbolanonimato.blogspot.com/
Simplemente increible… La verdad que por ir siempre liado o por falta de costumbre, no entro muy a menudo en el blog, pero te prometo que siempre que entro me quedo fascinado con las historias que leo.
Sigue así y un fuerte abrazo!!
Víctor.